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Precalienta el horno a 180°C (350°F). Prepara bandejas para hornear cubriéndolas con papel pergamino.
En un tazón grande, tamiza la harina, el bicarbonato de sodio y la sal. Mezcla bien y reserva.
En otro tazón, bate la mantequilla y el azúcar hasta que estén suaves y cremosos. Agrega el huevo y la vainilla y continúa batiendo hasta que estén bien combinados.
Agrega gradualmente la mezcla de harina a la mezcla de mantequilla y azúcar, batiendo a baja velocidad hasta que la masa esté suave y homogénea.
Divide la masa en dos porciones y envuélvelas en papel film. Refrigera durante al menos 1 hora.
Extiende la masa sobre una superficie enharinada con un rodillo hasta que tenga aproximadamente 1/4 de pulgada de grosor. Usa cortadores de galletas de diferentes formas (corazones, estrellas, círculos, etc.) para cortar las galletas.
Coloca las galletas en las bandejas para hornear preparadas y hornéalas durante 8-10 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
Deja enfriar completamente las galletas en las bandejas antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
Una vez que las galletas estén completamente frías, decóralas con glaseado real o glaseado de colores usando mangas pasteleras y boquillas pequeñas. Puedes hacer diseños creativos, como flores, animales, o patrones abstractos.
Deja que el glaseado se endurezca antes de manipular las galletas o almacenarlas en recipientes herméticos.
30 minutos
¡Y ahí lo tienes! Unas deliciosas galletas decoradas de azúcar que puedes disfrutar mientras te diviertes creando hermosas obras de arte comestibles. Esta receta combina perfectamente la cocina con la creatividad