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La pizza napolitana es famosa por su masa delgada pero esponjosa y sus bordes altos y crujientes. En Nápoles, usan tomates «San Marzano» para una salsa dulce y potente. El queso Fior di latte, de leche de vaca, se derrite perfectamente sobre la pizza. Se complementa con aceite de oliva extra virgen y albahaca fresca. Algunas variantes incluyen anchoas y aceitunas.
Para preparar la masa
1/2 kilogramo de harina
25 gramos de levadura fresca
1/2 cucharada de sal
4 cucharadas de aceite de oliva
1 taza de agua tibia
Para la salsa de pizza:
Tomates
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
Para el armado de la pizza:
Mozzarella
Hojas frescas de albahaca
Mezcla harina, levadura, agua y aceite en un bol grande.
Amasa durante 10-12 minutos hasta obtener una masa suave y elástica.
Deja reposar la masa hasta que duplique su volumen.
Refrigera la masa durante 24 horas para una buena fermentación.
Y para el armado de la pizza:
Prepara la salsa de tomate con tomates pelados y cocidos con sal, pimienta y aceite de oliva.
Estira la masa sobre una superficie enharinada.
Extiende la salsa de tomate sobre la masa, dejando un borde sin cubrir.
Agrega la mozzarella desmenuzada y un poco de aceite de oliva.
Hornea durante 3-4 minutos en un horno caliente.
Decora con hojas de albahaca fresca y sirve.
Preparación de la masa de pizza:
Amasado: 10-12 minutos.
Reposo de la masa: Hasta que duplique su volumen (aproximadamente 1-2 horas).
Refrigeración de la masa: 24 horas en la nevera.
Preparación de la salsa de pizza:
Pelado de tomates: 5 minutos.
Cocinado de la salsa: 10 minutos.
Armado de la pizza:
Estirado de la masa: Según la habilidad del cocinero.
Horneado: 3-4 minutos.
Tiempo de reposo de la masa: Dejar reposar la masa en la nevera durante 24 horas permite una fermentación lenta que mejora el sabor y la textura de la masa. No saltes este paso, ya que marca la diferencia en el resultado final de tu pizza.
Porciones: 4
Dificultad: Media